10/12/05

Cuidado con los procedimientos para bajar el colesterol malo *


Cuidado con los procedimientos para bajar el colesterol malo

Debe tenerse cuidado en bajar la LDL-colesterol o colesterol malo a menos de cien, tal como algunos estudiosos norteamericanos pretenden ahora, por cuanto se trata de una compleja sustancia grasa que el hígado produce en forma natural y que el organismo requiere para desarrollar numerosas funciones como producir hormonas y ayudar a la formación de la bilis, así como de la vitamina D, además de mantener la estructura celular; pero especialmente porque al tratar de hacerlo, se podrían producir efectos secundarios no deseados.

Así lo enfatizó el especialista, Oswaldo Obregón, al referirse a la nueva tendencia que intenta demostrar los beneficios de reducir la lipoproteína de baja densidad (LDL) a ochenta, setenta o sesenta miligramos con el objeto de disminuir aún más el riesgo para enfermedad cardiovascular.

Explica el investigador que el efecto negativo generado con la reducción considerable de la LDL, obedece al uso de estatinas de gran potencia o con altas dosis ya que necesariamente se tiene que recurrir a ello para lograrlo.

Lo que sucede-precisó- es que al tomar como estándar de oro a la LDL, obligatoriamente, se tiene que administrar estatinas porque son las drogas que han demostrado eficacia en disminuir los niveles de colesterol y por ende, el riesgo de enfermedad cardiovascular, pero de igual forma se ha evidenciado como en pacientes de alto riesgo, que son en definitiva a quienes se les quiere bajar, incluso, por debajo de 70, lo efectos perjudiciales han sido notorios ya que llegar a esos niveles o por debajo de ellos implica el uso de mayor dosis de estatina o estatinas más potentes, lo cual puede equivaler a más efectos secundarios.

Pero es que, además, no debe tomarse la LDL como estándar de oro ya que sesenta de cada cien infartados tienen el colesterol por debajo de ciento ochenta, lo cual significa que la LDL-colesterol está en ochenta o noventa. Siendo así, la explicación del infarto no sólo puede ser dada por el colesterol malo. También existen otros factores de extrema importancia que deben ser tomados en cuenta como el estrés oxidativo, la inflamación, los triglicéridos que constituyen otro tipo de grasa producido por el hígado y empleado por el organismo como energía, y las lipoproteínas de alta densidad (HDL), las cuales se consideran un indicador favorable por cuanto se les atribuye la función de extraer el colesterol depositado en las arterias y evitar la oxidación de la LDL, forma ésta en la que es más dañina.

Para el especialista, la HDL-colesterol o colesterol bueno reviste mayor importancia que la LDL, apreciación ésta que, según dijo, es ahora cuando comienza a dársele la debida importancia.

El investigador refiere como dato anecdótico lo ocurrido en una población italiana localizada en Milán, la cual fue estudiada en razón de no presentar enfermedades cardiovasculares a pesar de poseer unos niveles muy bajos de colesterol bueno, llegándose a la conclusión de que todo obedecía a la existencia genética de apolipoproteínas(APO-A1), contenidas en la molécula HDL, que los protege.
-Esto ha permitido su aislamiento por factoría genética y posterior creación de APO-A1 Milán para ser inyectado e, incluso, colocado en la misma placa ateromatosa que luego desaparece y que es la causante de la obstrucción de las arterias hasta producir el infarto; pero, además, ha ratificado que lo que más tipifica el riesgo son las cifras de HDL y, en ese sentido, todos las investigaciones que se vienen realizando actualmente, están dirigidas a elevar dichos niveles pues se ha observado la protección que brinda un colesterol bueno por encima de 50.

Admite Obregón que el bajar la LDL a 100 es primordial, pero que más importante es subir la HDL a 50 y bajar los triglicéridos a menos de 100 porque, paradójicamente, entre otros beneficios, al modificar estos dos últimos, también mejora el primero.

Los quilomicrones(QM) y las lipoproteínas de muy baja densidad (VLDL) son las moléculas que transportan más triglicéridos en el torrente sanguíneo. Esta última es fabricada por el hígado y en la sangre, al final es transformada en LDL. Por lo tanto, si se baja la VLDL, lo cual se consigue bajando triglicéridos y subiendo el colesterol bueno, lógicamente que a la postre, también baja el colesterol malo, precisó el especialista.

Ahora bien, no basta con bajar la LDL y la VLDL a 100, así como subir la HDL a 50. También hay que evitar la inflamación y el estrés oxidativo. Dos factores que a juicio del reconocido investigador, son de vital importancia y que las estatinas lo logran.

-Cuando se utiliza una estatina para bajar la LDL, el riesgo que más se logra reducir es de un 40%. Ello sin mencionar el daño muscular que se puede producir y que viene dado por la potencia, tipo de estatina, dosis y combinación con otros medicamentos ya que como he venido señalando, mientras más potentes sean para bajar el colesterol, deben usarse menos dosis y debe tenerse cuidado también al usar combinaciones con otras drogas que puedan tener interacción medicamentosa con lo que se aumentarían los efectos indeseables.

Cabe destacar que las estatinas con las que contamos y cuyos nombres genéricos son lovastatina, pravastatina, simvastatina , atorvastatina y rosuvastatina son muy buenas y han probado su eficacia sólo que las más potentes, son las que más efectos secundarios pueden producir si no se las usa con juicio. En cambio, una de las menos potentes es también una de las que más sube el HDL y menos efectos dañinos ocasiona ya que no utiliza el mecanismo hepático por lo que se puede combinar, según refiere la literatura.

Las estatinas-añadió- son importantes por tener una respuesta antiinflamatoria y antioxidante, no necesariamente por bajar el colesterol malo ya que esos mismos efectos se pueden potencializar con aceite de pescado y antioxidantes. Por otro lado debe saberse que en un paciente recién infartado no se le baja rápidamente el colesterol malo. Lo que se baja es la inflamación, el estrés oxidativo, el efecto pro-trombótico de las partes inflamadas y de los productos radicales libres. Esas tres cosas son las que verdaderamente protegen al individuo recién infartado.

Apuntó que las tres primeras horas del infarto son de extrema cautela y que lo que exigen es reducir el riesgo inminente mediante la aplicación de un anticoagulante, un antiplaquetario, una estatina y otro antioxidante.
-En una persona que no se ha infartado pero que tiene la LDL alta, la HDL baja y los triglicéridos elevados, por encima de 350 mgs, el mayor riesgo que tiene es una pancreatitis por los triglicéridos elevados y no el infarto agudo por el colesterol alto en virtud de que se necesita mucho tiempo y no se sabe en ese momento qué cantidad de placa vulnerable puede tener esa persona. De allí que al no poderse conocer la cantidad de placa, se adopte por bajar inmediatamente los triglicéridos a fin de evitar una pancreatitis que es la inflamación de páncreas por la cual se producen unas enzimas que pueden causar la muerte.

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