29/3/06

CRAS, un nuevo síndrome que afecta al corazón y los riñones

Para contrarrestarlo, los expertos recomiendan mantener controlada la anemia

Como en un círculo vicioso en el que todos sus elementos ayudan a los demás a seguir existiendo, un nuevo síndrome se apoya en el corazón, los riñones y la sangre para desbaratar la salud.

El CRAS, así, a secas y por su nombre en inglés, o síndrome de anemia cardiorrenal, reúne a tres enfermedades: la insuficiencia renal crónica, la insuficiencia cardíaca congestiva (incapacidad del corazón de bombear sangre) y la anemia, un trío peligroso -pero sencillo de controlar- que ahora comienza a conocerse en el país.

La buena noticia es que si se mantiene a raya a uno de sus componentes, la anemia, se pueden contrarrestar los otros dos hasta llegar a reducir la medicación de los pacientes cardíacos y evitar que el mal funcionamiento de los riñones llegue a diálisis.

Sin embargo, es justamente la anemia la que no suele recibir la atención que merece en pacientes cardíacos y renales, con el riesgo que esto ocasiona. Un estudio sobre el CRAS de investigadores españoles publicado en 2005 afirma que el 64% de los pacientes con insuficiencia renal tiene insuficiencia cardíaca, y la mayoría de ellos poseen valores de hemoglobina por debajo de 12 g/dl. Es decir que 6 de cada 10 personas con insuficiencia renal tendrían este síndrome.

Es por esto por lo que el equipo del Hospital Universitario Gregorio Marañón, de Madrid, insiste en que el CRAS está "infravalorado, infradiagnosticado e infratratado", según publicó la revista Archivos de Medicina.

"Muchas veces, cardiólogos y nefrólogos subestiman la importancia de la anemia en el estado general del paciente. Lo que hay que hacer es mejorar el nivel de glóbulos rojos para mejorar la calidad de vida y lograr que muchos pacientes con insuficiencia renal puedan retardar su ingreso a diálisis luego de mejorar su función cardíaca y controlar la anemia", señaló el doctor Jorge Toblli, profesor titular de la Facultad de Medicina de la Universidad de Buenos Aires y presidente del Anemia Working Group Argentina, integrante del grupo mundial de expertos en anemia.

Tres disparadores

El CRAS puede ser disparado por cualquiera de las tres enfermedades que lo forman, ya que si el organismo no cuenta con suficientes glóbulos rojos en la sangre (anemia) para transportar oxígeno a los tejidos, el corazón no bombea adecuadamente (insuficiencia cardíaca) y los riñones no sólo no logran cumplir con su trabajo de filtrar la sangre y desechar las impurezas a través de la orina (insuficiencia renal), sino que tampoco pueden producir la hormona (eritropoyetina) responsable de estimular a la médula ósea para producir glóbulos rojos. Y así empieza de nuevo el ciclo...

"La anemia de la insuficiencia renal se produce porque en la medida en que progresa, disminuye la cantidad de eritropoyetina disponible porque no hay células sanas capaces de producirla -señaló el doctor Alfredo Casaliba, presidente de la Asociación Regional de Diálisis y Trasplantes Renales de Capital Federal y Buenos Aires-. La insuficiencia renal moderada a severa siempre conlleva anemia."

Para Casaliba, el principal problema es que la importancia de la anemia ha quedado relegada tan sólo porque se considera normal que los pacientes con problema renales y cardíacos la tengan.

Dijo Toblli, que preside el I Congreso de Anemia del Cono Sur, donde hoy el CRAS se presenta localmente (informes, en el (011) 4787-9152): "Gran cantidad de pacientes con insuficiencia cardíaca tiene una proporción de sangre formada por glóbulos rojos [hematocritos] por debajo de lo normal y altos niveles de creatinina, que es un indicador de enfermedad renal. Esto indica que estamos frente al CRAS".

Síntomas de alerta

Entre los síntomas que debe alertar sobre la posible presencia del CRAS en pacientes con insuficiencia renal o cardíaca están la fatiga, la falta de aire, la incapacidad para concentrarse, la necesidad repentina de dormir con más de una almohada porque se agitan a la noche, la hinchazón de las piernas o la tos nocturna, entre otros.

En la Argentina, unas 400.000 personas sufren insuficiencia cardíaca, y a partir de los 40 años hay un 20% de probabilidad de desarrollarla; alrededor del 50% de la población tiene algún grado de anemia, según un estudio de la Fundación Argentina contra la Anemia, y dos tercios de los pacientes con insuficiencia renal muere por problemas cardíacos.

"El 35% de los pacientes renales que llegan a diálisis tienen o han tenido insuficiencia cardíaca y la anemia parece contribuir bastante con la enfermedad cardíaca", dijo el doctor Felipe Inserra, director de los Programas de Prevención Renal de Fresenius Medical Care Argentina.

Un equipo dirigido por Toblli en el Laboratorio de Medicina Experimental del Hospital Alemán, acaba de finalizar el primer estudio que logró reproducir cómo progresa el CRAS: en ratas con insuficiencia renal, la anemia y la insuficiencia cardíaca tardaron tan sólo seis meses en aparecer.

Por Fabiola Czubaj
De la Redacción de LA NACION



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Gracias Miguel H. por este aporte!!

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