19/3/06

Aspirina se basta en solitario como protección frente al infarto

Las conclusiones del estudio CHARISMA han resultado toda una sorpresa. La megainvestigación que pretendía probar que añadir a la aspirina otro antiagregante plaquetario más moderno y con distinto mecanismo de acción, el clopidogrel, podía evitar más accidentes cardiovasculares que la pastilla centenaria por sí sola ha sido una decepción para muchos.

Este estudio internacional, realizado en más de 15.000 pacientes y financiado por las compañías farmacéuticas Sanofi-Aventis y Bristol-Myers Squibb, que comercializan clopidogrel, no ha podido demostrar la superioridad de la combinación para prevenir los episodios circulatorios que la aspirina no puede evitar en solitario en pacientes con enfermedad cardiovascular estable o con múltiples factores de riesgo. Pero, además, incluir clopidogrel aumentó el riesgo de hemorragia moderada o severa entre los participantes en el ensayo.

Durante 28 meses, un conjunto de expertos estudió la eficacia de estos dos tratamientos en pacientes procedentes de 32 países distintos, España entre ellos. Sus resultados se han presentado en las sesiones científicas de la última reunión del Colegio Americano de Cardiología (ACC, sus siglas en inglés), celebrada en Atlanta (EEUU) esta semana y han sido publicados en la revista 'The New England Journal of Medicine'.


SORPRESA

Entre las personas incluidas en el CHARISMA, 12.000 padecían ya enfermedad cardiovascular (sintomáticos) y 3.000 todavía no la sufrían (asintomáticos) pero sí presentaban algunos factores de riesgo (diabetes, hipercolesterolemia, hipertensión...). Su edad media rondaba los 64 años. Una parte recibió aspirina a dosis bajas (entre 75 y 120 mg diarios) y clopidogrel (75 mg diarios); al resto se le administró la misma cantidad del fármaco centenario pero combinado con un placebo (sustancia inactiva).

La doble terapia antiplaquetaria no fue significativamente más efectiva que la aspirina sola a la hora de reducir la tasa de infartos de miocardio, ictus o muerte por causa cardiovascular. Y entre los que la usaron aumentó el riesgo de hemorragia, sobre todo en el grupo de los asintomáticos. «Se previnieron un total de 94 episodios isquémicos con clopidogrel a costa de 93 casos de sangrado moderado o severo», apuntaron en la reunión del ACC los investigadores. En este sentido, concluyeron: «Nuestros hallazgos no apoyan la utilización de la doble terapia antiplaquetaria entre la población general estudiada».

A pesar de ello, tanto los autores del ensayo como las compañías farmacéuticas promotoras del mismo, destacaron que el clopidogrel sí puede resultar beneficioso en ciertos subgrupos de pacientes. Deepak L. Bhatt, responsable del Centro de Coordinación Cardiovascular de la Clínica Cleveland (EEUU) y uno de los firmantes principales del trabajo, incidió en que, a pesar de no haber cumplido con el objetivo principal de la investigación, ésta ha demostrado que el tratamiento combinado actúa de dos formas diferentes en función de las características del enfermo.

Así, señaló que la asociación de ambos fármacos puede ser eficaz en los pacientes sintomáticos, con antecedentes cardiovasculares, mientras que no sería aconsejable si sólo hay factores de riesgo. En este caso, la doble terapia se asoció a un aumento del 20% en la tasa de episodios cardiovasculares. Bhatt se mostró partidario de que los cardiólogos individualicen el tratamiento, según las características de sus enfermos.

Por el contrario, el editorial que acompaña al estudio en el 'New England', señala que el análisis de los subgrupos puede conducir a «jugar con el azar» y generar «confusiones incontrolables». Aconseja no utilizar la combinación ni en los pacientes con enfermedad estable


Saludos Cordiales


Dr. José Manuel Ferrer Guerra

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