30/7/09

Sexo después de un infarto cardiaco

viernes, 24 de julio de 2009
Alejandra M. Jover Tovar / Primera Hora

Para la mayoría de los sobrevivientes de un episodio cardiaco, el temor a desencadenar un nuevo incidente les lleva a restringir sus actividades, y muchas veces el sexo entra en ese escenario. Pensar que les puede dar un ataque mientras están en la cama con su pareja lleva a muchos a aislarse, rechazar a su compañera(o) o deprimirse, e incluso llegan a pensar que nunca se podrá volver a disfrutar del sexo como antes.

Lo primero que hay que aclarar es que los sentimientos de miedo son perfectamente normales y no se pueden descartar como “changuerías” del paciente o como algo pasajero. “Los problemas después de los infartos pueden deprimir a cualquiera y traer mucha ansiedad”, indica la sexóloga Carmen Valcárcel. “No pensamos en la actividad sexual como algo vital, pero muchas veces lo es, porque es el contacto con la pareja, y si no lo tenemos, nos volvemos roommates. Cuando se reanuda la actividad, se reanuda la conexión con la pareja, y te da el empuje de saber que tu vida continúa y es normal”, señala la especialista.

Paso a paso

Volver a la normalidad luego de un infarto toma tiempo y paciencia, además de un estricto régimen de salud. Dependiendo del tipo de episodio que se sufrió, el cardiólogo le dará al paciente las indicaciones y el programa de ejercicios que debe seguir para fortalecer el corazón.

¿Cuándo es el momento ideal para el sexo? Dependerá de la recuperación del paciente. “Después de que se corrija el problema, uno se pone de acuerdo con el cirujano para saber cuándo puede volver a tener relaciones”, señala Angie Rosado, presidenta de la Asociación de Cardiólogas de Puerto Rico. “La recuperación puede ser de tres a cinco meses; si es angioplastia, es mucho más rápida, pero si fue un infarto, hay que darle tiempo al corazón a recuperarse”, explica la doctora.

Después de un infarto, el paciente debe someterse a estudios, como un cateterismo o una prueba de ejercicios, para saber en qué estado quedó la circulación y cuánta es la resistencia del corazón. “Luego, se le da un prescripción de actividades que puede hacer, desde subir escaleras hasta la actividad sexual”, indica Rosado.

Escucha a tu médico

En el afán de recuperar la potencia sexual, muchos pacientes recurren a medicamentos (ya sea recetados, como la Viagra o el Cialis) o los que se mercadean como “naturales” e, incluso, se venden como seguros para pacientes con problemas de presión o el corazón.

“Ese tipo de medicamentos (naturales) no están controlados por la FDA, y a veces ni se sabe qué tiene la pastilla”, dice Rosado. “A veces, el que se la recetó tal vez ni siquiera tiene malpractice, y cuando uno receta algo, tiene que saber a conciencia qué está recetando”, insiste la cardióloga.

¿Su consejo? No te confíes y resiste la tentación. Tomar un medicamento o compuesto sin supervisión no sólo puede afectar el curso normal del tratamiento, sino que, en casos extremos, puede bajar tanto la presión arterial que unos minutos de placer pueden resultar mortales.

Si tienes un problema sexual, habla con el urólogo o el ginecólogo para buscar tratamientos alternativos, indica Rosado. “Obviamente, la prioridad del cardiólogo no es la actividad sexual, sino que el paciente esté vivo; la enfermedad coronaria muchas veces no se limita al corazón y puede extenderse a otras arterias, como el órgano sexual. Cualquier tratamiento tiene que hacerse en combinación con el urólogo o el ginecólogo”, recalca la cardióloga.

Habla con franqueza

Incluso luego de recibir la noticia de que se puede reanudar la actividad sexual, los sentimientos de miedo o las reacciones físicas a los medicamentos (presión baja, impotencia, frigidez, palpitationes, etc.) pueden cohibir al paciente y crear fricciones con la pareja, que en ocasiones puede no entender qué esta pasando o por qué su otra mitad ha cambiado su actitud hacia el sexo. Sin embargo, es vital que la otra parte comprenda que la primera preocupación debe ser la comodidad del(la) paciente para garantizar una recuperación exitosa.

De acuerdo con Rosado, en el caso de las mujeres que han padecido un infarto, el caso puede ser más complicado. “A veces los esposos están acostumbrados a exigir y no saben el grado de enfermedad de la persona”, indica la cardióloga. “El problema de la mujer, generalmente, no es ella, es la pareja. La preocupación por el sexo no es tan agresiva como con los varones, y si las mujeres ya no pueden tener sexo, muchas veces se conforman, pero para el varón, eso es sagrado”, indica.

Tener relaciones sexuales nuevamente es decisión del paciente y sólo la persona puede saber cuándo está listo(a) para volver a la cama. “Lo importante es la comprensión de su pareja, que esté al tanto y le pueda brindar la comprensión y el apoyo necesario para facilitar que las cosas sigan marchando bien”, indica el psicólogo Carlos Sosa. “El sexo es una parte esencial para la salud mental de un ser humano y siempre hay alternativas para que la persona canalice y llene sus necesidades adecuadamente”, recalca el especialista.

Si encuentras que tus temores impiden reanudar tu vida, es hora de buscar terapia, si es posible, junto con tu pareja, para que ambos puedan ajustarse a las nuevas circunstancias y recuperen la chispa de la intimidad.

Antes de tener sexo...

* Escoge un momento en el que esté descansado(a), relajado(a) y libre de estrés. Los quickies no son ideales en este momento.

* Espera entre una y tres horas luego de comer, para darle espacio y tiempo a una buena digestión.

* Escoge un lugar familiar y relajante que propicie el romance.

* Sigue las prescripciones médicas; no tomes “pastillitas” para mejorar tu función sexual sin haber consultado con el médico.

(Fuente: Asociación Americana del Corazón)

Nivel de energía

El equivalente metabólico (MET, por sus siglas en inglés) se refiere al nivel de energía requerido para realizar una actividad. Mientras más alto el MET, más energía se requiere. Luego de varios análisis, tu cardiólogo determinará cuánto esfuerzo puede soportar tu corazón. Algunas actividades y su MET correspondiente:

Sentarse 1.0
Barrer 1.5
Guiar 2.0
Planchar 3.5
Bañarse 3.5
Jugar bowling 3.5
Sexo 3.7-5.0
Golf 4.0
Jardinería 4.5
Pasar el trimmer 6.5
Usar una pala 7.0
Esquiar 8.0

(Fuente: www.familydoctor.org).

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