22/2/07

Los ARA II están indicados en el 60% de los hipertensos


Entrevista con la doctora Nieves Martell, de la Unidad de Hipertensión Arterial del Hospital Clínico San Carlos de Madrid

Madrid, 22 febrero 2007 (AZprensa.com)

Entrevista con la doctora Nieves Martell, Unidad de Hipertensión Arterial del Hospital Clínico San Carlos (Madrid) por su intervención en el taller “Altas dosis de ARA II versus combinaciones en el tratamiento del hipertenso” que ha tenido lugar dentro de la IV Reunión de la Asociación Madrileña de Hipertensión Arterial y Factores de Riesgo Cardiovascular (SOMHA).

¿Cuándo se recomienda comenzar con el uso de tratamientos farmacológicos con pacientes hipertensos?

Hoy día lo que nos marca el comienzo del tratamiento es el riesgo cardiovascular del paciente, no la cifra de presión arterial, ya que esta se encuentra dentro de ese concepto de riesgo cardiovascular. Cuando el paciente está en riesgo alto o muy alto hay que comenzar con el tratamiento farmacológico inmediatamente, en riesgo bajo o medio se suele dar un tiempo de tratamiento no farmacológico y si el paciente no responde hay que iniciarlo.

¿Cómo se ha de iniciar el tratamiento farmacológico: combinación o monoterapia?

Hay una cosa fundamental que nos ha enseñado el estudio Value y es que la hipertensión hay que controlarla “rapidito”, no se pueden tardar demasiados meses en el control de la presión. Las guías de manejo de la hipertensión dicen que en aquellos pacientes que están a 10 mmHg del objetivo de diastólica y/o a 20 mmHg de sistólica del objetivo que nos hemos marcado, hay empezar con la doble terapéutica porque no se van a controlar con un solo fármaco.

¿En qué casos está indicado el uso de dosis altas de ARA II?

El ARA II tiene la ventaja de que tiene muy pocos efectos secundarios. Desde luego, siempre que tengamos afectación de un órgano diana: microalbuminuria, alguna placa de ateroma evidente, hipertrofia ventricular izquierda... hay que utilizar dosis altas de ARA II, puesto que la regresión de las lesiones de los órganos diana son dosis dependientes, especialmente demostrado con la regresión de la proteinuria.

¿Qué aportan en el tratamiento del paciente hipertenso?

Los ARA II han aportado muchísimo en el tratamiento del hipertenso. Hemos conseguido iniciar un tratamiento que tiene que ver con algunos de los mecanismos etiopatogénicos de la misma. Al igual que ocurre con la afectación de órganos diana. La presión arterial se reduce todos los fármacos antihipertensivos, pero a nivel de ver la efectividad sobre el problema que la hipertensión causa en el riñón, en el corazón o en el cerebro, hay que inhibir el sistema renina-angiotensina y con ello conseguiremos intervenir de manera ràpida y efectiva sobre la afectación renal y sobre la hipertrofia ventricular , etc; al fin y al cabo, el objetivo del tratamiento del hipertenso no es sólo reducir la presión sino reducir la mortalidad y la morbilidad del paciente. Si normalizamos esos distintos órganos, evidentemente nos estamos alejando de la mortalidad y de la morbilidad, es decir del riesgo de complicaciones cardiovasculares.

Son fármacos que nos han permitido usar dosis muy altas sin efectos secundarios y nos ha dado mucha luz sobre mecanismos fisiopatológicos. Nos ha ayudado a entender mucho mejor la hipertensión y las complicaciones de la misma y nos está dando un arma terapéutica que prácticamente está indicada en el 60% de los pacientes hipertensos.

Y en el caso de candesartán ¿cuáles son las aportaciones?

Aporta algo importante y es que es capaz de, a dosis altas, remitir un poco más la presión arterial que los otros ARA II. Además, nos da la confianza de que es un fármaco que cubre 24 horas, cosa que no se puede decir de todos los ARA II y, es de los pocos que tiene estudios hechos en dosis supra-altas que demuestran que es un fármaco seguro, prácticamente sin efectos secundarios y eso da mucha tranquilidad a la hora de su manejo clínico.

Este tipo de reuniones, ¿cómo ayudan en la práctica diaria a los médicos asistentes?

La filosofía de los talleres se basa en el reconocimiento de las pequeñas lagunas o las cosas puntuales que no han quedado claras y trabajarlas sobre un caso determinado. Aquí lo que se hace es ir a la práctica clínica, trabajar sobre un supuesto clínico.

La dosificación, el intervalo entre dosis... Se pone un poco al día en cuanto a las nuevas tendencias, las pruebas complementarias necesarias para el paciente, cuales no lo son esenciales y se enseña cuál es el manejo “fino” del paciente. Son talleres muy interesantes que hacen falta porque el conocimiento general, la lección magistral, se tiene en los libros pero la aplicación práctica es lo que los médicos de atención primaria más demandan.

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