20/8/06

Es más fácil tratar un infarto que prevenirlo durante 40 años

Hasta el Hospital Materno Infantil de Málaga se desplazó desde Nueva York el doctor Valentín Fuster para recordar la importancia de la educación a la hora de impedir enfermedades relacionadas con el corazón. Como director del Instituto de Investigación Cardiovascular del Hospital Monte Sinaí acusó a los gobiernos de permitir la globalización de la ‘comida basura’, altamente rica en hidratos de carbono, y fomentar así trastornos como la obesidad o la diabetes.

Aprovechando la segunda edición del ciclo de conferencias ‘Lección Magistral Eliberto Torrado’ en memoria de uno de los cardiólogos más emblemáticos del Hospital Carlos Haya, la Fundación médica IMABIS (Instituto Mediterráneo para el Avance de la Biotecnología y la Investigación Sanitaria) invitó al doctor Valentín Fuster para que ofreciera la ponencia: ‘Perspectiva de la enfermedad coronaria en los próximos diez años’.

El doctor Valetín Fuster durante su conferencia en Málaga
Aunque en la última década la esperanza de vida se ha ampliado una media de seis años, las patologías cardíacas siguen siendo la primera causa de mortalidad en el mundo. Se ha prolongado la vida, así como la posibilidad de padecer enfermedades cardiovasculares: “En Estados Unidos, dos tercios de la sociedad tiene factores de riesgo como la presión arterial, el tabaco o la obesidad que le podrían originar enfermedades coronarias”, indica el doctor Fuster.

Desde su punto de vista, existe una epidemia real de obesidad en Estados Unidos que se está transmitiendo a los países en desarrollo: “Los gobiernos son muy responsables; yo creo en la libertad, pero ésta no es absoluta. Por ejemplo, que se sirva tanta comida en los restaurantes es absurdo”.

La única opción en la que cree el científico Valentín Fuster consiste en la educación desde la infancia, ya que la mayor parte del dinero se gasta en tratar a los enfermos en vez de evitar las patologías: “Es más fácil tratar un infarto que prevenirlo durante cuarenta años”.

Educación positiva

Fuster propone una enseñanza basada en valores positivos que desde los seis u ocho años les indique a los niños cómo llegar a tener salud. Incluye como un papel fundamental la influencia de los padres como auténticos formadores.

En esta nueva didáctica de la educación se fomentarían ideas como el deporte, la nutrición apropiada y el rechazo al tabaco y las drogas: “Sobre todo dejando claro la diferencia entre las personas que llevan una vida saludable a los 40, 60 o 90 años y las que no, así como las repercusiones y calidad de vida de cada uno”, argumenta Valentín Fuster.

Investigaciones propias

Alimentos ricos en hidratos de carbono y grasas
Asimismo, el director del Instituto de Investigación Cardiovascular del Hospital Monte Sinaí de Nueva York enumeró los estudios que actualmente desarrolla su equipo. De esta forma, destacó un proyecto sobre diabetes en el que se realiza un seguimiento arterial de los afectados durante cinco años, y otro de células madre con enfermos de corazón, que emplea células sanas del mismo paciente en la reproducción.

Como presidente de la Federación Mundial del Corazón, Valentín Fuster también resaltó las experiencias que desarrollan en la Isla de Granada, Tanzania y en Venezuela. En la primero evaluarán los factores de riesgo de más de cien mil personas durante tres años; en Tanzania, aplicarán las estructuras existentes de prevención del SIDA en enfermedades cardiovasculares, y en Venezuela, jóvenes de quince años enseñarán buenos hábitos de vida a niños de entre seis y nueve años.

Por último y ya en España, llama la atención la campaña que está confeccionando Fuster con el prestigioso cocinero Ferrán Adriá, con el fin educar a los jóvenes en la cultura de los alimentos saludables.


Saludos Cordiales
Dr. José Manuel Ferrer Guerra

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